Política

Marco Moreno y los dos años de Gobierno: “La reforma de pensiones podría ser el legado de Boric si es que la oposición se lo permite”

El analista político analiza el primer tiempo del presidente Gabriel Boric con mirada crítica y plantea que “pareciera ser que es más fácil para ellos administrar el malestar, el descontento, que administrar el poder”.

Por: Claudia Rivas | Publicado: Viernes 8 de marzo de 2024 a las 12:25 hrs.
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El próximo 11 de marzo se cumplen dos años desde que el presidente Gabriel Boric se instaló en La Moneda. Han sido dos años muy complejos y nada permite prever que en los dos que restan se le faciliten las cosas… El “pato cojo” ya está a las puertas del Palacio de Gobierno.

A partir de este hito, Diario Financiero conversó con el analista político y director Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central  Marco Moreno, quien advirtió que “los resultados que, de verdad, ha obtenido el Gobierno son muy pocos, comparados con las expectativas de cambio que el propio Gobierno instaló”.

-¿Cuál es la evaluación que se puede hacer de estos primeros dos años de Gobierno?

-Bueno, hay que tomar un punto de referencia  yo diría que ese  punto tiene que ver con los resultados. Y resultados, porque son los que encumbran o hunden a un gobierno. Finalmente, la gente elige un gobierno para que produzca resultados, en economía, salud, vivienda, obras públicas… Desde ese punto de referencia, evidentemente en estos dos primeros años, este Gobierno ha tenido muchas dificultades para conseguir resultados.

-¿A qué lo atribuiría?

-Es cierto que hay dificultades estructurales del sistema político, su fragmentación, el número de partidos que generan inestabilidad en el Congreso; la propia coalición de Gobierno que tiene estas dos almas en que no ha sido fácil la convivencia… Pero de todo eso, creo que el más importante tiene que ver con un déficit de capacidad de gobierno, dentro del propio conglomerado que llegó al poder hace dos años.

-¿Más allá de la inexperiencia?

-Es que se relaciona con eso. El déficit de capacidad para gobernar tiene que ver con dos componentes: Experiencia, que uno podría que son jóvenes, no se le puede pedir más, nunca habían trabajado en el sector público. Pero también tiene que ver con conocimiento y liderazgo. La mezcla de esos tres elementos es lo que ha afectado que el gobierno pueda obtener resultados. Si uno piensa cuáles son los resultados que, de verdad, ha obtenido el Gobierno son muy pocos, comparados con las expectativas de cambio que el propio Gobierno instaló.

-Legislativamente, el Gobierno no ha logrado avanzar en los compromisos con los que llegó a La Moneda…

-No. Y con la expectativa de cambios significativos que la gente tenía de ellos y que ellos mismos instalaron, en términos de las pensiones, de salud; partió definiéndose como feminista y ahí tampoco hemos visto grandes transformaciones. Por eso te decía que si la vara con que lo vamos a medir son los resultados; en estos dos años, la administración del presidente Boris ha tenido una escasez de resultados.

-Por lo que se ha visto hasta ahora, ¿sería exagerado definirla como la peor en las últimas décadas?

-Que fue lo que hizo Camila Vallejo cuando asumió, no es cierto, que no se había hecho nada y, por lo tanto, ellos iban a hacerlo todo. Ahí hay una sobre expectativa. Claro, hay condiciones estructurales del sistema político y la fragmentación; pero junto con o además de eso, el déficit de capacidad para gobernar. Cuando digo eso estoy pensando en concreto en acción colectiva, que todos trabajen como equipo y hemos visto que los parlamentos del oficialismo, especialmente del Frente Amplio y el Partido Comunista, rara vez votan como el Gobierno el Gobierno les pide que voten. Ese es un problema de acción colectiva.

-¿cómo se entiende, por ejemplo, el liderazgo de Boris para llegar a La Moneda y no para conducir a su coalición, específicamente a Apruebo Dignidad?

-Esos son los problemas de acción colectiva; es decir, la dificultad que tiene el Gobierno para actuar, para trabajar colectivamente; hay problemas de liderazgo, de gestión, que llevan a que el apoyo que pueda tener el Presidente, que es más que su Gobierno, no sea suficiente para conseguir el objetivo de trabajar colectivamente. Es cierto que el Presidente tiene una base de apoyo dura de entre el 25% y el 30%, pero no se puede gobernar con el 30%, se necesita más que eso para poder gobernar.

-En ese contexto, ¿cuánto ha influido su coalición en que el Presidente no pueda avanzar? Me refiero específicamente al Apruebo Dignidad.

-La escasa mayoría con la que partió el Gobierno en la Cámara de Diputados y en el Senado, la fue perdiendo en estos dos años, por el cambio de posición de algunos parlamentarios que los primeros meses votaron proyectos positivamente, pero después de algunos meses y facultades que tuvo el primer gabinete, por ejemplo Izkia Siches, Giorgio Jackson que tuvo una mala relación con el Congreso al inicio, sino que se profundizó. En el fondo lo que había era una dificultad en términos de gestión política, que se suma a los déficit de capacidad política. No alinear a sus  parlamentarios, no tener una buena relación con la oposición y, ahora último, lo de Winter, cuando dice que en realidad lo que hay que hacer es una disputa ideológica, lo que te habla de que no hay unidad de criterio.

El legado

-Entonces, ¿qué se puede esperar para este año o los dos próximos?

-Lo que le resta de mandato va a estar fuertemente marcado, además, por el ciclo electoral de este año y el próximo, lo que agudiza el fenómeno del pato cojo, donde los presidentes o presidentas disminuyen muy significativamente su capacidad de gestión. Ya no son relevantes, porque la gente, los partidos y la política están en otro lado. En estos dos años que le quedan, el Gobierno va a tener que fijar qué es lo que pretende de dejar como legado, a los presidentes les gusta hablar de los legados.

-¿Qué podría dejar como legado tal como está escenario político?

-A esta altura, la reforma de pensiones es lo que el presidente Boric podría, de alguna manera, dejar como legado, siempre y cuando esté dispuesto a ceder en sus posiciones; porque, si bien es cierto ha cedido bastante, de 6%-0 ahora hablan de un  3%-3%, que es lo que había planteado Piñera en su minuto. Pero no hay que descartar que la oposición siga presionando para que sea un 4%-2%.

-En el actual escenario tan tenso con la oposición, ¿sería viable una reforma de pensiones?

-La reforma de pensiones podría ser su legado si es que la oposición se lo permite. Pero la oposición también tiene razones para pensar en que sería mejor resolver esto ahora y no eventualmente cuando les toque ser gobierno. Por ahí creo que podría tener alguna posibilidad. Lo otro es el pacto fiscal, pero en esto en realidad no puede hablar de un legado, pero si Marcel logra avanzar en las tratativas y convence a la oposición de que es mejor resolver esto ahora que cuando les toque gobernar, podrían tener incentivos para llegar a algún tipo de entendimiento. Son las dos cosas que podrían formar parte de un legado de su administración.

-Sumando y restando  con lo que se ha visto hasta ahora, ¿cómo se podría catalogar la administración de Boric?

-Es un Gobierno que no ha estado a la altura de las expectativas que habían de él. Y, por lo tanto, es un gobierno que está en la medianía para abajo de la tabla.

-¿Diría que al Gobierno lo tomó como de sorpresa el tener que hacer gobierno? Se lo pregunto porque la ministra vocera admitió que es más fácil ser oposición que Gobierno.

-Claro, porque pareciera ser que es más fácil para ellos administrar el malestar, el descontento, que administrar el poder. Han tenido dificultades para administrar el poder, el problema que le toca administrar el poder. El problema es que les toca administrar el poder y le toca resolver los problemas de una sociedad que es la que tenemos, no la que ellos quisieran. Su discurso identitario, medio ambiente, feminismo, ecologismo, no son los problemas de Chile, fíjate en las prioridades de los chilenos en las encuestas, seguridad, empleo, educación, salud. Entonces, junto con sentirse más cómodos administrando el malestar, el desencanto; muchas veces han querido gobernar un país distinto al que tienen, pero tienen que gobernar Chile con los problemas que la gente ha planteado, que son los importantes, por eso que han tenido dificultades ahí.

-Entonces, con todo esto, ¿el Gobierno ya entró a la etapa del pato cojo?

-Bueno, con el comienzo del ciclo electoral intenso que tenemos los próximos dos años, además, Boric es el único presidente en Chile que ha tenido elecciones todo su mandato, los cuatro años, se le acelera el fenómeno del pato cojo, porque efectivamente la política tiene otras expectativas, otras prioridades.

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